Cáncer de tiroides

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El cáncer de tiroides es una proliferación de células que comienza en la glándula tiroidea, una glándula en forma de mariposa que se encuentra en la base del cuello, justo debajo de la nuez de Adán. La glándula tiroidea produce hormonas que regulan el ritmo cardíaco, la presión arterial, la temperatura corporal y el peso.

Es posible que el cáncer de tiroides no cause ningún síntoma al principio. Sin embargo, a medida que avanza, puede causar signos y síntomas, como hinchazón en el cuello, cambios en la voz y dificultad para tragar.

Existen varios tipos de cáncer de tiroides. La mayoría de los tipos crecen lentamente, aunque algunos tipos pueden ser muy agresivos. La mayoría de los cánceres de tiroides se pueden curar con tratamiento.

Causas

El cáncer de tiroides comienza cuando las células en la tiroides desarrollan cambios en su ADN. El ADN de una célula contiene instrucciones que le indican a una célula qué hacer. Los cambios, que los médicos llaman mutaciones, les indican a las células que crezcan y se multipliquen rápidamente. Las células siguen viviendo cuando las células sanas mueren de forma natural. Las células que se acumulan forman una masa que se llama tumor.

El tumor puede crecer hasta invadir tejidos cercanos y puede propagarse (hacer metástasis) hacia los ganglios linfáticos del cuello. A veces, las células cancerosas pueden propagarse más allá del cuello hacia los pulmones, los huesos y otras partes del cuerpo.

En la mayoría de los cánceres de tiroides, no está claro qué es lo que causa los cambios en el ADN que causan el cáncer.

Factores de riesgo
Algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de tener cáncer de la glándula tiroidea son los siguientes:

  • Sexo femenino. El cáncer de la glándula tiroidea es más frecuente en las mujeres que en los hombres. Los expertos creen que esto puede estar relacionado con la hormona estrógeno. Las personas que son de sexo femenino al nacer generalmente tienen mayores niveles de estrógeno en el cuerpo.
  • Exposición a niveles altos de radiación. Los tratamientos de radioterapia en la cabeza y el cuello aumentan el riesgo de cáncer de la glándula tiroidea.
  • Determinados síndromes genéticos hereditarios. Los síndromes genéticos que aumentan el riesgo de cáncer de la glándula tiroidea incluyen el cáncer medular de tiroides de tipo hereditario, la neoplasia endocrina múltiple, el síndrome de Cowden y la poliposis adenomatosa familiar. Los tipos de cáncer de tiroides que a veces pueden ser hereditarios son el cáncer medular de tiroides y el cáncer papilar de tiroides.

Síntomas

La mayoría de los cánceres de tiroides no provocan ningún signo o síntoma en las primeras etapas de la enfermedad. A medida que el cáncer de tiroides crece, es posible que provoque lo siguiente:

  • Un bulto (nódulo) que se puede sentir a través de la piel del cuello
  • Sensación de que los cuellos ajustados de las camisas aprietan demasiado
  • Cambios en la voz, lo que incluye una ronquera cada vez mayor
  • Dificultad para tragar
  • Hinchazón de los ganglios linfáticos en el cuello
  • Dolor en el cuello y en la garganta

Prevención
Los médicos no saben con certeza qué hace que cambien los genes que provocan la mayoría de los cánceres de tiroides, por lo que no existe manera de prevenir este tipo de cáncer en las personas con un riesgo promedio de tenerlo.

Prevención en las personas con riesgo alto

Los adultos y los niños con un gen hereditario que aumenta el riesgo de cáncer medular de tiroides pueden considerar la cirugía de tiroides para prevenir el cáncer (tiroidectomía profiláctica). Es recomendable que analices tus opciones con un consejero genético que puede explicarte el riesgo de desarrollar cáncer de tiroides y las opciones de tratamiento.

Cuándo debes consultar a un médico
Si tienes algún signo o síntoma que te preocupe, pide una cita con tu proveedor de atención médica.